Según el Artículo 13 del Reglamento de la FIFA, un contrato entre un profesional y un club solo puede rescindirse al vencimiento de su vigencia o por mutuo acuerdo. Se desaconseja encarecidamente la rescisión unilateral sin causa justificada, especialmente durante el período de protección. Este período de protección suele abarcar los tres primeros años de un contrato para jugadores menores de 28 años, o los dos primeros años para jugadores mayores de 28 años.
El marco regulatorio existe para equilibrar varios intereses en competencia.
- Los jugadores necesitan protección contra despidos arbitrarios y la seguridad de que sus contratos serán respetados.
- Los clubes necesitan estabilidad en sus plantillas para mantener el equilibrio competitivo y proteger sus inversiones en el desarrollo de jugadores.
- El ecosistema del fútbol en su conjunto se beneficia de reglas predecibles para el mercado de transferencias.
Causa Justa para la Terminación del Contrato
El artículo 14 del Reglamento de la FIFA permite la rescisión con justa causa, pero el reglamento evita deliberadamente ofrecer una definición exhaustiva. En su lugar, cada caso debe evaluarse según sus circunstancias y méritos específicos.
El reglamento provisional de la FIFA para 2025 ha intentado aclarar este concepto. El nuevo marco establece que existe causa justa «en cualquier circunstancia en la que ya no pueda esperarse razonablemente y de buena fe que una parte continúe la relación contractual». Esta definición codifica principios surgidos a lo largo de años de jurisprudencia de la FIFA y el TAS, aunque su aplicación sigue siendo algo subjetiva.
El Tribunal de Arbitraje Deportivo ha aplicado sistemáticamente los principios del derecho laboral suizo al determinar la justa causa. Según el derecho suizo, la justa causa exige un incumplimiento contractual tan grave que no se pueda razonablemente esperar que la parte inocente continúe la relación laboral. El incumplimiento debe afectar la raíz del contrato y destruir la base fundamental de la relación laboral.
Algunos ejemplos comunes de causa justa para los jugadores incluyen:
- Impago persistente de salarios. La FIFA introdujo el Artículo 14bis en 2018 específicamente para abordar los problemas de pago de salarios. Según esta disposición, si un club se atrasa más de dos meses en el pago de salarios, un jugador puede rescindir su contrato con justa causa tras notificarlo por escrito con 15 días de antelación para que el club subsane el incumplimiento.
- Falta de instalaciones de entrenamiento adecuadas. Esto incluye situaciones en las que las instalaciones de entrenamiento son deficientes o inexistentes, el club no mantiene el equipo adecuado, la atención médica o el personal de apoyo son inadecuados, o el club no proporciona la infraestructura necesaria para el desarrollo profesional.
- Incumplimiento de otras cláusulas contractuales esenciales. Esta categoría es más amplia y abarca diversas infracciones contractuales, más allá de los salarios y las instalaciones. Algunos ejemplos establecidos por la jurisprudencia incluyen la falta de inscripción del jugador (cuando se cancela la inscripción o el atleta no está inscrito para participar en campeonatos nacionales), conducta abusiva, como acoso, discriminación o maltrato físico por parte del club o sus representantes.
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